lunes, 30 de abril de 2012

Nopaleando y eloteando

A esta planta en Canarias la llamamos tunera y nos comemos sus frutos, los deliciosos tunos.






Pues en México, además, se comen la planta en sí y la llaman nopal. La hierven, la tuestan, para acompañar a cualquier plato. Es babosita pero agradable, sabrosa y con un ligero toque amargo. Así, acompañan sus taquitos de carne (cómo no) con queso o con nopal, frecuentemente.





Otra costumbre que he agarrado es la de comer elotes, que son piñas de millo (pa los godos, mazorcas de maíz) bien aliñadas con mayonesa, queso y chile...delicioso... Lo mismo, puede ser, pero con el maíz desgranado y se llaman esquites.
Aquí mi amado elote callejero:










jueves, 19 de enero de 2012

Adiós Chiapas, adiós

Estoy a pocos minutos de emprender mi marcha a raid hacia Ciudad Monstruo, más conocida como DF, a ver qué tal se da la odisea. Ha sido un día emocionalmente demasiado potente, una despedida muy intensa después de un terrible bloqueo emocional...la adrenalina que me impedía llorar, que me impedía sentir.
Con el primer raid llegarán las siguientes lágrimas, que nublarán de lejos este San Cristóbal de las Casas, lugar lindo, cínico, alegre y destructor a la vez. Con muchas posibilidades según te lo plantees, pero una burbuja y un lugar donde también te puedes pudrir...como en cualquier otro. Un lugar más, con sus peculiaridades...pero un lugar.

Adiós Sancris, amor y odio. Pequeños detalles, hermosos recuerdos...sería tan intenso si regresara que igual sería demasiado. Pequeño gran valle de frío y mezcla.


Te veré desde lejos, quizá desde un trailer, quizá desde una ranchera.

Anoche al ritmo de Burning Spear todo fue increíble hasta el amanecer...Y al final sí, en una casa de una calle del barrio de Guadalupe hay una bolsa negra con mis pantalones, mi fonendoscopio, mis gafas, mi tubo y un par de libros.

Hoy me separo de mis dos compas de viaje por a saber cuánto tiempo, pero no me cabe duda de que nos volveremos a encontrar.

Necesito un cambio, me siento atrapada y asfixiada, y curiosamente creo que Ciudad Monstruo es lo que necesito, al menos como punto de partida. Necesito poner distancia, respirar. Estoy feliz por la partida, estoy prendida, la necesito. Llevo yéndome desde hace una semana.

Adiós Sancris, adiós burbujita, quiero conocer más el México de verdad. He de cuidarme, lo sé, todos lo dicen.

Viva México.